Peter Jackson quiere rodar el Hobbit a 48 fps

El director neozelandés quiere más fluidez en la imagen

Llevamos años “disfrutando” de televisores que traen una herramienta o aplicación que permite dar mayor fluidez de movimiento a las películas que vemos, el famoso “tru motion” y similares, que tenían el objetivo de dar realismo al movimiento. En mi opinión, un error  monumental que sacrifica calidad de imagen (al crear fotogramas nuevos entre los reales muchas veces se generan bordes pixelados y artefactos varios que estropean la imagen real, y por descontado, alteran la obra original) en beneficio de un movimiento mucho más realista, similar al de televisión (efecto del entrelazado) o al que lleva tiempo reclamando James Cameron con lo que sería la opción más lógica para este fin: grabar a más fotogramas por segundo (algo que hasta ahora sólo se utilizaba con el fin de generar efectos de cámara lenta).

Va a ser Peter Jackson el que finalmente opte por esta nueva velocidad de grabación y proyección con El Hobbit. Hay que tener en cuenta que uno de los grandes problemas hasta ahora para rodar a más velocidad es que suponía, obviamente, el doble de consumo de celuloide, y por tanto un encarecimiento considerable de todo el trabajo de cámara y laboratorio. Ahora con los formatos de grabación digital sólo supondrá la necesidad de más espacio de almacenamiento y más tiempo para renderizar efectos.

Jackson explica su postura en una nota dejada en Facebook, de la que sacamos lo siguiente: “La clave para entender esto es que este proceso requiere una velocidad de 48fps tanto en grabación como en proyección, a diferencia de los tradicionales 24fps (las películas se han rodado a 24fps desde finales de los años 20). Así el resultado es el de una velocidad real, pero con un aumento notable en claridad y suavidad. A 24fps cada segundo parece correcto (y hemos visto miles de películas así en los últimos 90 años) pero no deja de haber un notable desenfoque en cada fotograma, en los movimientos rápidos, y si la cámara se mueve con velocidad la cámara puede vibrar o dar un efecto estroboscópico.

Grabando y proyectando a 48fps se solventan muchos de estos temas. La imagen resulta mucho más realista y más fácil de ver, especialmente en 3D. Hemos estado viendo tests y dailies de El Hobbit en los últimos meses a 48fps, y muchas veces nos sentamos durante más de dos horas sin notar ningún tipo de cansancio ocular derivado del 3D. Se ve genial y nos hemos acostumbrado a esa forma de proyección hasta el punto de que cualquier otra experiencia cinematográfica resulta primitiva.”